viernes, 28 de agosto de 2009
sábado, 16 de agosto de 2008
martes, 12 de agosto de 2008
a mi hermano
He navegado sin rumbo, solo y sin saberlo;He marchitado al tiempo con mis desplantes y sonidos He padecido el vértigo de la muerte en cada lágrima de mis noches... pero Hoy me he dado cuenta que contigo la soledad es felicidad eterna.
He sacrificado al amor para renegar de su existencia He maldecido a mi suerte, siempre que me ha traicionado pero con tu presencia hermano mío hasta el mismo infierno es dulzura y mis noches sabor a melancolía
He sacrificado al amor para renegar de su existencia He maldecido a mi suerte, siempre que me ha traicionado pero con tu presencia hermano mío hasta el mismo infierno es dulzura y mis noches sabor a melancolía
Algunas veces encuentras en la vida una amistad especial: ese alguien que al entrar en tu vida la cambia por completo. Ese alguien que te hace reír sin cesar; ese alguien que te hace creer que en el mundo existen realmente cosas buenas. Ese alguien que te convence de que hay una puerta lista para que tú la abras. Esa es una amistad eterna... Cuando estás triste y el mundo parece oscuro y vacío, esa amistad eterna levanta tu ánimo y hace que ese mundo oscuro y vacío de repente parezca brillante y pleno. Tu amistad eterna te ayuda en los momentos difíciles, tristes, y de gran confusión. Si te alejas, tu amistad eterna te sigue. Si pierdes el camino, tu amistad eterna te guía y te alegra. Tu amistad eterna te lleva de la mano y te dice que todo va a salir bien. Si tú encuentras tal amistad te sientes feliz y lleno de gozo porque no tienes nada de qué preocuparte. Tienes una amistad para toda la vida, ya que una amistad eterna no tiene fin.
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